Capitulo 5: Me dolió como la concha de la lora.

17/11/09

Salí a la calle, saqué mi celular y escribí un mensaje para Julie y otro para Jazmín, que decía que nos encontraríamos en la parada de taxis a la vuelta de la escuela.
Luego de 30 minutos, llegaron juntas y no dudaron en correr a abrazarme y a preguntarme si las recordaba bien;

Ju: Jen! Te extrañé tanto! No tenés idea de como nos preocupamos cuando nos enteramos lo que te paso! ._.
Yo: Gracias Ju, yo me alegré cuando las recordé.
Jaz: Por dios, gracias que estás bien!
Yo: Las extrañé mucho chicas - las abrazé muy fuerte -
Ju: Bueno, ahora, para que estamos esperando un taxi?
Jaz: Sí, para que?
Yo: Vamos a ir a la 5ta Avenida a teñirme de negro con mechas azules y a hacerme 2 pearcings.
Jaz: Jajaja, que buena onda! Dale vamos.
Ju: Qué?! El accidente te volvió loca?!
Yo: Para nada, solo que no recuerdo haber sido bailarina.
Ju: Eh?! Por dios! eso es terrible Jen!
Yo: No, no es terrible, estoy mejor así.
Sinceramente Julie quedó perpleja, Jaz no tanto, pero bueno, no podía seguir dando explicaciones, el taxi había llegado
A la 5ta Avenida por favor. - Le dije al chofer -
Noté la cara de preocupación de Julie en todo el viaje, & la cara de emoción de Jaz también. Me confundían.
Llegamos y buscamos una tienda donde hagan pearcings, y no encontrabamos ninguna. Caminamos y caminamos por ahí, hasta que me harté y decidí preguntar a un par de chicas góticas que tenían como 14 pearcings en la cara ._.

Hey chicas, no sabén donde hay una tienda que haga pearcings? Hace 1 hora que llevamos buscando -

A lo qué la gótica me respondió;

Hay una a dos cuadras doblando a la derecha.

Le agradecí mucho y me fui con las chicas super emocionada.
Entramos en la tienda, donde también hacían tatuajes, lo supuse por todos los dibujos pegados que había en la pared, y por los instrumentos que estaban sobre una mecita al lado de una silla de metal.
Puedo ayudarlas en algo? - Dijo una voz detrás de mí. Me di vuelta y supuse que era un empleado.

Sí, quisiera hacerme 2 pearcings.

Bueno, vení por aca - Me guío hasta una mesa con una vidriera que tenía muchos pearcings de acero quirurgico.
Escogí 2, y los pagué.
Acto seguido me dijo que espere al chico que me lo pondría, sentada en la silla. Mientras tanto, Ju me hablaba;

Ju: Estás segura de lo que vas a hacer?
Jen: Super segura.
Ju: Tus padres lo saben?
Jen: Sí, se los comenté.
Ju: Y te dieron permiso?
Jen: No.
Ju hizo un gesto de decepción, pero ya lo había pagado y había echo una especie de berrinche en mi casa, no podía echarme atrás.

Chicas por favor esperen allá - Dijo un hombe rubio rapado y gordo que se sentó a mi lado. Se puso unos guantes y me habló;
Dónde querés el primero?
Acá - Señalé mi labio inferior -
Bueno, quedate quieta, por ninguna razón te agites porque te puede doler mucho más y te podría lastimar - dijo
Está bien. - dije -

Debo admitir que tenía miedo, pero decidí pensar en otra cosa, aunque no se si podría.
Mojó un algodón en alcohol, le sacó el exceso, tomó mi labio inferior, lo estiró y limpió la zona donde pondría el pearcing.
Agarró una especie de aguja y... ya me lo veía venir. Me la clavó hasta pasarla al otro lado y rapido puso el pearcing y me lo apretó como por 5 minutos. Me dolió como la concha de la lora.